¿Soluciona algo llevar los poderes a Juárez?
José Antonio López Sosa martes 9, Feb 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
La decisión del gobernador del estado de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, ha causado polémica entre los círculos periodísticos y de análisis político. Muchos consideran esta decisión como una estrategia electoral lejos de combatir o dar solución a la ola de violencia en Ciudad Juárez, misma que le ha ubicado dentro de las tres ciudades más peligrosas del mundo. Para otros esta decisión es atinada porque acerca al Ejecutivo local con la problemática y da muestra de un interés por el fenómeno.
Como suele suceder, las opiniones fluyen y de quienes no escuchamos ni una sola palabra, ni una sola línea es de los habitantes de Ciudad Juárez quienes viven y padecen esta terrible situación desde hace años. El hecho de vivir en un lugar donde no se puede salir a la calle con tranquilidad porque un grupo de sicarios puede irrumpir en cualquier momento y disparar a diestra y siniestra no corresponde con los preceptos básicos del priísmo -partido donde milita el actual gobernador- ni tampoco al desgastado slogan de “vivir mejor” impulsado desde Los Pinos. El terrible fenómeno de Ciudad Juárez es prueba viviente que no estamos ganando como país, ni como estado y mucho menos Calderón como administrador del Poder Ejecutivo federal, la “guerra” contra el crimen organizado, lejos de ello se provoca día tras día más violencia en el país y un estado de indefensión ciudadana que no con el ejército metido puede sentirse con un poco de seguridad.
Una ciudad de poco más de 1 millón 300 mil habitantes, la séptima más poblada de nuestro país no puede vivir en el terror con más muertos que ciudades que enfrentan situaciones de guerra civil como Bagdad o Kabul, sus habitantes temen por sus vidas, lo mismo colegas periodistas que por transmitir una información o emitir una opinión ponen en riesgo su integridad y su vida, lo mismo que la de sus familias. Si el gobernador Reyes Baeza va a dar una solución a corto plazo en conjunto con los poderes Legislativo y Judicial de la entidad se justificará plenamente el traslado temporal de poderes a Juárez, de lo contrario comprobará lo que sus detractores señalan al calificarlo de propagandístico y electorero.
La pregunta que me queda es la siguiente: ¿qué podrá hacer al respecto el gobernador estando en Juárez cuando hizo muy poco por el problema años antes desde que ostenta el poder estatal desde Chihuahua, la capital?, ¿más allá de despachar desde Juárez cuál es el paso a seguir?, ¿bajo qué promesa o compromiso se trasladan los poderes a Juárez? Considero que la ciudadanía más que un anuncio monumental exige y tiene derecho a una solución integral que a muy corto plazo comienza a dar resultados, no hablamos de una crisis económica ni de un alto nivel de desempleo, nos referimos a centenares de muertes que han ocurrido y otras más que ocurrirán si los distintos niveles de gobierno no toman cartas en el asunto.